
Mientras que Rubén Darío alababa la juventud, yo llevo tiempo pensando que la senectud es el verdadero divino tesoro hoy en día y desde hace meses quería escribir este post.
La medicina ha avanzado tanto que la esperanza de vida en España supera los 80 años (incluso los 85 años para las mujeres), la calidad de vida de nuestros mayores en los últimos años es increíble, llamar hoy en día tercera edad a los mayores de 65 años es realmente ridículo, y hacer despidos a partir de los 50, solo por cuestiones de edad, nos costará bien caro como sociedad en su conjunto….Hoy en día llegamos a edades avanzadas con un buen estado de salud y con ganas de hacer muchas cosas.
Es esa energía de los mayores de 60 años a la que hoy quiero rendir homenaje. Porque es una energía comedida, generosa, equilibrada, y respetuosa. Nada que ver con la energía de los jóvenes, energía tan necesaria como maravillosa y cien mil veces envidiada, pero que a veces resulta explosiva, abrumadora y en muchos casos egoísta e irrespetuosa.
En El País Semanal el domingo 8 de junio se me adelantaron con su reportaje titulado “La nueva edad de oro” donde entre otros temas, se reflexiona sobre la pérdida del talento senior que está habiendo en las organizaciones.
Para mí es una pérdida terrible, porque seguramente de redes sociales o mercado digital cualquier joven sepa más que uno de nuestros mayores, pero… ¿quién aportará esa forma de observar, de respetar, que aportaban los seniors? Yo tuve en mi etapa de Siemens una coach gratuita durante años que me sacaba 25 años, y que hoy es mi mejor amiga. Nadie jamás me ha hecho preguntas más abiertas e interesantes, que me hayan forzado tanto a la reflexión…
Tuve la suerte de empezar mi carrera profesional bien jovencita, con 18 añitos recién cumplidos, y nunca olvidaré la generosidad y los valores que me transmitió mi compañero de mesa a punto de jubilarse, el Sr. Enterría.
Con una diferencia de edad de 40 años, el Sr. Enterría al principio me imponía muchísimo, luego ví como se metían, cariñosamente, el resto de compañeros con “Ente” como le llamaban. Le hacían novatadas como a un chaval y creo que él disfrutaba más que nadie… Lo que nos reímos todos cuando le desmontaron el teléfono y le metieron papel para que no pudiera oir a su interlocutor, los gritos que pegaba a los alemanes, “Ich höre Sie nicht!! (no le oigo, no le oigo!!).
Los que me conocéis ya sabéis que me encantan los colores para distinguir tareas en el trabajo, ya por aquel entonces empezaba con mis rarezas… necesitaba carpetas amarillas y no había, la tabarra que dí buscándolas… cuando llegué de comer me encuentro 5 carpetas amarillas encima de la mesa… El Sr. Enterría, mi querido Ente, se había tomado la molestia de cambiar todos sus expedientes, cogiendo carpetas negras, solo para que yo, una niñata con la que compartía mesa hacía tan solo 2 semanas, tuviera sus tan deseadas carpetas amarillas. Aún hoy me emociono escribiendo estas líneas…
Quiero citaros otro ejemplo de esa energía senior maravillosa, generosa y respetuosa. Se trata de mi profesora de francés en la Universidad Popular de Tres Cantos, Mme. Micheline Nys Vallejo, a quien podéis ver en la foto y que es tan moderna que hasta tiene cuenta de LinkedIn.
Yo que me estoy preparando para la docencia universitaria tengo un ejemplo fantástico a seguir, ¡cómo respeta y admira a sus alumnos!, ¡cómo consigue que todo el mundo siga su clase con interés!, que participen…, pero si hasta los más tímidos que no se atreven al principio a hablar en francés acaban chapurreando algo!. Admirable.
Bravo Micheline!! Tu es magnifique!! Merci beaucoup !